Veintiún días después del décimo segundo mes de un año poco importante llego al mundo.

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Hasta hora llevo tres etapas como fotógrafo, la primera comienza con mi padre, el cual establece un foto estudio, mucho antes que yo naciera por lo tanto no recuerdo como se llamó, como tampoco sé si su pasión por la fotografía venia antes de establecer su negocio o si ya soñaba con hacer imágenes, pero el hecho es que me crié viéndolo de fiesta en fiesta, de cuanto bautizo familiar había, tomando fotos, ya sea tirado en el suelo, montado en una silla buscando el ángulo que se le ocurriera, así como también pegando gritos para que le pararan bolas para que todos quedaran perfectamente bien, recuerdo su gran maletín con lentes de todos los tamaños, flash, y cualquier cantidad de accesorios, que para esa época estaban negados para mí, muy pequeño para comprender el sistema fotográfico, pero siempre detrás de mi padre pidiéndole que me ensañara a usar su cámara, hacer fotos, me encantaba verlo fotografiando, siempre me decía que cuando estuviera más grande me enseñaría a fotografiar, “que eso era fácil”, lamentablemente falleció y no tuve la oportunidad de aprender de él el oficio de fotógrafo, solo me quedo su equipo fotográfico.

Durante mucho tiempo lo mantuve como un tesoro esperando el momento adecuado de mi madurez para utilizarlo, tenía miedo de dañarlo por no saber utilizarlo. Poco a poco fui descubriendo lugares donde poder aprender a usar el equipo, el primero fue el “Taller de Roberto Mata” donde realice mi primer taller “Analógico Blanco y negro”, fue la primera vez que tenía contacto con la imagen desde un punto de vista académico y profesional, de allí pase al “Centro Nacional de la Fotografía” estudiando con fotógrafos como Federico Fernández Premio Nacional de Fotografía Caracas Venezuela 1995, con Hernán Villar entre otros.

Esta segunda etapa, marcada por la influencia de Roberto Mata y Federico Fernández me amplio la perspectiva fotográfica, el primero influyo en mí, con su trabajo como retratista y por las referencias graficas de nombres como Robert Capa, Cartier Bresson, con los cuales me topaba por primera vez, fue un mundo nuevo y hermoso que se me abría, y Federico ampliaba la gama referencial con la muestra de fotógrafos como Man Ray, Alfred Stieglitz, Peter Witkin, Mapplethorpe, Los cuales para ese momento poco entendí, si les confieso. Pero que despertaron en mí la necesidad de mostrar mediante la imagen algo más que simplemente captar, el bautizo, la boda, etc. De Federico me marco el trabajo que realizo en Nicaragua, así como también el trabajo de “Súper Galaxia”, era un deleite escuchar sus anécdotas y las vicisitudes que pasaba como fotógrafo, Federico era una verdadera biblia de la fotografía.

La tercera etapa como fotógrafo transcurre en la actualidad, en la cual ando redescubriendo mi esencia como fotógrafo, lo que quiero transmitir, y eso viene dado en gran parte por las enseñanzas de Nelson Garrido y el apoyo de la “ONG” el cual ha sido un espacio enriquecedor, rememorando mis inicio formativos al lado de Federico Fernández, y descubriendo trabajos como el de Duane Michals, Lukas Samara, Richard Avedon ayudándome a comprender y estructurar mejor mi lenguaje como fotógrafo.

Hasta ahora sigo descubriendo el hermoso mundo dela fotografía.

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Kremlin Prieto.